¿Es posible conducir después de una lesión medular? Desde luego esta pregunta dependerá de varios factores como, por ejemplo, la gravedad de la lesión, el tipo de lesión, los síntomas derivados, o si se está capacitado para utilizar un coche adaptado.
En ocasiones, es posible volver a conducir con normalidad, mientras que en otras se necesitará un coche adaptado para poder conducir después de una lesión medular. La parte buena es que no siempre es necesario comprar un vehículo, sino que es perfectamente posible adaptar el que se tenía antes de sufrir la lesión.
Parece claro pero, antes de nada, siempre es necesario recordar que para poder conducir es fundamental no ingerir ningún tipo de medicamentos que pongan en riesgo nuestra capacidad de conducción (por ejemplo, medicamentos para controlar el dolor).
Existen cantidad de adaptaciones en el mercado en función de cuál sea el tipo de capacidad motora que hayamos perdido (piernas, brazos, dedos… etc.) En este post vemos las más comunes cuando se trata de una lesión medular.
Adaptaciones para conducir con lesión medular
Por ejemplo, una de las más comunes es un control del acelerador y del freno con las manos. Del mismo modo que sucede en los aviones, se puede controlar la aceleración y el frenado del vehículo a través del accionamiento de mandos mecánicos de control de la aceleración y el freno fácilmente accesibles y muy cerca del volante. Así, conducir con una lesión medular es factible siempre y cuando se cuente con las adaptaciones que necesitamos para cada situación.
Otra manera de adaptar un vehículo para conducir con una lesión medular, puede ser con una rueda de volante electrónica. Así, es posible manejar el volante con una sola mano en el caso de que se pueda accionar la mano pero no los brazos. En este caso, podría manejarse el volante y los controles de velocidad con una mano diferente cada uno.
Además, existen otros adaptadores para aprender a conducir tras una lesión medular. Se trata, por ejemplo, de palancas adaptadas para personas que han perdido la sensibilidad en los dedos. Éste es otro de los métodos que se pueden utilizar para poder volver a aprender a conducir tras una lesión medular.
Si ya se poseía carnet de conducir antes de sufrir la lesión medular, no es necesario volver a hacer el examen teórico. Sin embargo, se deberá realizar un nuevo examen práctico con un vehículo adaptado.
En todo caso, tenemos que tener en cuenta que a la hora de conducir hay que familiarizarse con las adaptaciones y entender que el coche no va a poder llevarse de la misma manera que antes ni con el mismo estilo de conducción.