Mantener una vida activa es fundamental para personas con discapacidad, pues la realización de ejercicio físico ayuda a mejorar la salud física y mental y aporta una mayor seguridad en el día a día.
Obviamente, el grado e intensidad del ejercicio será diferente dependiendo de su capacidad, salud o edad, pero es fundamental, pues la falta de ejercicio puede aumentar las posibilidades de contraer enfermedades.
El ejercicio físico ayuda a que el cuerpo se mantenga en forma y con un buen tono muscular, por eso hoy os traemos los mejores ejercicios en silla de ruedas para fortalecer cuerpo y mente.
Consejos para empezar
Motivarse para empezar a hacer ejercicio es un gran reto, pues no siempre es fácil, ya sea por falta de seguridad, de tiempo o de conocimiento. Para ello, la motivación es fundamental.
Para empezar, conviene buscar un par de horas libres algún día para hacer ejercicio y tratar de convertirlo en una rutina. El objetivo final siempre es mejorar la salud y estado de ánimo y, por supuesto, disfrutar. Por eso es importante que convirtamos el deporte en una rutina más, capaz de aumentar nuestro interés y atención.
No hace falta que lo hagamos solos: amigos o familiares pueden ayudarnos hasta que comencemos a desarrollar mayor interés. Se trata de ver sus aspectos positivos y los beneficios que puede aportar. Estos son algunos de ellos:
- Ayuda a tonificar los músculos y a tener un mejor estado de salud general.
- Ayuda a tener el peso bajo control.
- Mejora la circulación sanguínea, la postura y la estabilidad de la columna vertebral y la zona lumbar.
- Aumenta la flexibilidad, la movilidad, la conciencia corporal y la fuerza muscular.
- Genera endorfinas, que ayudan a subir el ánimo, disminuir la tensión y el estrés, y a prevenir la depresión.
- Aporta mayor autonomía, que, junto a un estado anímico y físico mejor, nos hará sentir mejor y ganar confianza en nosotros mismos.
Ejercicios
Calentamiento y estiramientos
Antes de empezar cualquier ejercicio es importante prestar especial atención al calentamiento. Lo ideal es realizar estiramientos durante 5 minutos antes y después de los ejercicios. Así preparamos nuestros músculos y evitamos lesiones. Además, los ejercicios de estiramiento reducen el estrés acumulado, el dolor y la presión muscular.
Ejercicios de resistencia
Se suelen realizar con la ayuda de bandas de resistencia, pequeñas y flexibles, que se colocan en la parte posterior de la silla de ruedas y que ofrecen resistencia al tirar. Ayudan a fortalecer la parte superior del cuerpo, permitiendo hacer flexiones de bíceps y rotaciones de tronco y hombros.
Ejercicios de fuerza
Podemos utilizar pesas, que ayudarán a fortalecer brazos y tronco, las partes del cuerpo más utilizadas en el desplazamiento en silla de ruedas. También se pueden hacer flexiones de brazos colocando las manos en los apoyabrazos e intentando elevar el peso del asiento.
Ejercicios aeróbicos
Deportes como el baloncesto y otras opciones más ligeras como el pilates o la danza son perfectas para ello. Se centran en los movimientos del tronco superior y ayudan a mejorar la postura y la condición física general, y a reducir el dolor en la columna vertebral.
¡Encuentra lo que mejor se adapta a ti y apuesta por una vida activa!