La lesión medular afecta a los órganos sensoriales provocando la pérdida de la movilidad debido a la degeneración pero, hay tratamientos como el Método Kabat que pueden ayudarnos a mejorar ciertas funcionalidades. Ante ello, surgen tratamientos fisioterápicos como es el método Kabat, enfocado a explotar las capacidades sensoriales y motoras. Utiliza patrones de movimiento en diagonal y espiral ya que, a largo plazo, son los que mejorarán la funcionalidad en las actividades cotidianas.
El Método Kabat también está indicado para otras áreas como la reumatología, ortopedia, geriatría o medicina deportiva, pero en este post nos vamos a centrar en su aplicación a las lesiones medulares.
Los tres principales objetivos del método en este tipo de lesiones son:
- Refuerzo muscular: a través de la repetición de ejercicios se consigue aumentar la fuerza muscular. Esto permitirá a largo plazo recuperar la respuesta motora, y, por tanto, la actuación sistemática de las actividades cotidianas (por ejemplo, vestirse).
- Mejorar el equilibrio: para poder llegar a una recuperación absoluta de lesión medular es fundamental recuperar el equilibrio.
En primer lugar, el método utiliza ejercicios de estabilizaciones rítmicos para consolidar la estabilidad de posturas sencillas. Después, avanza hacia otras más complejas en cuanto a su ejecución. Por ejemplo, este tratamiento será útil para obtener el permiso de conducir al recuperar la correcta posición en el asiento.
- Controlar la espasticidad (contracción de músculos): el método permite el aprendizaje de ejercicios funcionales para llegar a controlar la espasticidad y, en definitiva, relajar los músculos.
Las técnicas que utiliza el método son de:
- Refuerzo y potenciación: consiste en patrones de movimiento en dos formas: repeticiones o contracciones
- Relajación o estiramiento: facilitan la movilidad, por ejemplo, con ejercicios de contracción-relajación.
El tipo de lesión y el resultado que se pretende conseguir determinará la técnica adecuada. También se tienen en cuenta factores inherentes al paciente como la edad o el estado físico y psíquico.