El empleo a menudo presenta el enigma del «huevo y la gallina» para las personas con discapacidades. Muchas veces, una persona no puede regresar a su antiguo trabajo después de un accidente o condición médica que le cambió la vida, debido a los requisitos físicos del puesto.
El problema del huevo y la gallina es que necesita un trabajo para ganar dinero, y sin dinero, es difícil volver a capacitarse con nuevas habilidades laborales o buscar educación o programas adicionales que lo ayuden a colocarse en un puesto permanente. Sin embargo, hay una variedad de opciones para las personas que han decidido que el lugar de trabajo tradicional ya no funciona para sus necesidades y quieren ser emprendedores.
De hecho, el autoempleo está en aumento en todo el mundo. Según la Red Global para Emprendedores con Discapacidades, en los países en desarrollo hasta el 14% de las personas con discapacidad con independencia económica manejan sus propios negocios o trabajan por cuenta propia. A diferencia de solo el 8% de las personas no discapacitadas con independencia económica.
El autoempleo brinda innumerables ventajas y desafíos para cualquier persona, y esto no es diferente para quienes viven con movilidad reducida. En este post contamos las experiencias de algunos de esos emprendedores en silla de ruedas que decidieron apostar por desarrollar su propio negocio y cumplir así un sueño.
Inventa tu éxito
Descubrir tu fortaleza personal para enfrentar una discapacidad también puede generar una idea de negocio. Pat Dougherty, un tetrapléjico C6-7, hizo exactamente eso cuando se le presentó el obstáculo de jugar fuera con sus hijos después de que un accidente de motocross lo dejara en silla de ruedas.
Pat tenía dificultades para moverse por su patio trasero en su silla de ruedas, y descubrió que eso era increíblemente frustrante e inaceptable por su independencia. ¡Así que Pat se adaptó y diseñó un nuevo producto para usuarios de sillas de ruedas! FreeWheel es un accesorio para sillas de ruedas móviles que convierte una silla de ruedas manual en un vehículo de aventura todoterreno.
Pat siempre ha tenido una fuerte pasión por la vida y le ha encantado vivir aventuras, cualidades que le han convertido en el emprendedor perfecto. Su silla no lo define, sino que continúa haciendo todas las actividades llenas de acción que le encantan. «La vida es para vivir y cada día estoy ahí afuera, viviendo intensamente y practicando actividades de aventura, y sé que FreeWheel tiene un impacto muy positivo en mi salud», dice Pat.
Con esfuerzo todo es posible
Xabier Madina vive en silla de ruedas, a causa de una parálisis cerebral de nacimiento que le afectó al sistema nervioso, pero eso no le ha impedido licenciarse en Informática. Ha creado un programa informático adaptado a las personas discapacitadas, especialmente dirigido a quienes tienen dificultades para el habla, que interpreta lo que se quiere expresar mediante un teclado virtual. Madina es un emprendedor consolidado que aconseja a todos que sumen fuerzas a la hora de emprender una empresa porque “requiere un esfuerzo importante y no siempre es posible”.
Xabier lo hizo. Buscó apoyos económicos porque estaba convencido de que su idea era buena: “Me hice autónomo y como consecuencia estuve cinco años sin cobrar la pensión porque vi que la cosa iba para adelante” Y es que si confías en ti, todo esfuerzo merece la pena para lograr tus sueños.
Cuando la necesidad te convierte en empresario
Otro caso es el de Pau Bach, fundador de Batec, una empresa pionera en la fabricación y comercialización de handbikes adaptables a sillas de ruedas. Bach se quedó tetrapléjico a causa de un accidente de tráfico cuando era muy joven, y la necesidad lo acabó convirtiendo en empresario: “Una de las primeras decisiones que tuve que tomar es si quería llevar una silla de ruedas eléctrica o una manual. Escogí la manual porque pensé que me iría bien hacer ejercicio, pero enseguida detecté un problema: en interiores me manejaba bien pero para desplazarme en espacios abiertos no tenía suficiente fuerza en los brazos, la movilidad era casi nula”. Por eso, Bach se puso manos a la obra y en 2004 ya había diseñado un primer prototipo de handbike: “Conseguí independencia, me cambió la vida, y pensé que aquello le podía servir a muchas otras personas”.
La motivación de hacer la vida más fácil
Otro ejemplo de emprendimiento es el de Josep Esteba. Fue director de marketing de la Fundación ONCE durante años y en 2015 impulsó Mapp4all, una aplicación para móviles y tablets que geolocaliza diferentes puntos de interés y describe su grado de accesibilidad. “Puedes consultar en un mapa interactivo el nivel de accesibilidad de lugares concretos como comercios, hoteles, centros de salud… La aplicación no está dirigida solo a personas con discapacidad, sino a muchos otros colectivos con necesidades específicas: personas que viajan con mascotas, celíacos, identificamos lugares en los que hay cambiadores de bebés, establecimientos kids friendly, aparcamientos de bicicletas…”.
Esteba decidió emprender después de detectar, a partir de su experiencia personal en silla de ruedas, una carencia del mercado. “Cuando vivía en Madrid y viajaba por toda España, muchas veces me costaba encontrar los hoteles adaptados, o cuando quedaba con alguien para comer en una ciudad y me preguntaba si conocía algún restaurante que lo estuviera, yo no sabía qué responderle”. Y poco a poco, ha ido encontrando otras utilidades a la aplicación: “Yo voy en silla de ruedas, pero también tengo dos niños pequeños y un perro, o sea que me interesa saber qué lugares están preparados para llevar niños o animales”.
Mapp4all ya está traducida a 8 idiomas, tiene un acuerdo con el Ayuntamiento de Barcelona –ha registrado más de 60.000 establecimientos de la ciudad- y pretende llegar a convenios similares con otras capitales como Londres o París.