A medida que suben las temperaturas, para las personas que padecen una lesión medular hay una mayor probabilidad de sufrir problemas relacionados con la piel, como infecciones y rozaduras. Es importante recordar que la piel es particularmente vulnerable siempre, pero especialmente en verano. Durante los meses de verano, sobre todo, la protección contra el exceso de humedad es esencial, ya que debajo de los apósitos, envolturas, dispositivos de descarga o sillas de ruedas puede aumentar la retención de humedad en la piel.
Uso de productos barrera en el verano
Es importante utilizar algún tipo de barrera cutánea para proteger la piel contra la humedad no deseada. Sin embargo, hay algunos parámetros a tener en cuenta al elegir una barrera cutánea. En general, los protectores de la piel, como los productos a base de vaselina, requieren aplicaciones frecuentes, ya que pueden quitarse fácilmente. Además, los productos barrera crean un ambiente oclusivo, reduciendo la capacidad de la piel para respirar. Es importante elegir una opción de barrera que permita el movimiento y la transpirabilidad.
Dieta e hidratación
Mantener una dieta equilibrada y evitar excesos durante los meses de verano es primordial. El estreñimiento puede aumentar en el verano para las personas con lesiones de la médula espinal, por lo que mantenerse hidratado es muy importante. La dieta debe ser equilibrada, con un aporte calórico acorde con la edad y el nivel de actividad física y, sobre todo, rica en agua.
Mantener la piel fresca y limpia
Para mantener la piel limpia, más allá del gel normal y el agua, es recomendable utilizar jabones antibacterianos que minimicen el daño a las proteínas y lípidos de la piel causados por los surfactantes. Estos jabones deben estar en el rango de pH más bajo o entre 4.0 y 5.8.
Después de limpiar la piel, una buena hidratación es esencial. Los pliegues de la piel deben limpiarse al menos dos veces al día para evitar la acumulación de humedad y la degradación de la piel.
Sin embargo, la higiene no puede ser excesiva. La piel debe cuidarse a intervalos regulares e inspeccionarse más allá de las heridas que se tengan, para detectar signos de infección u otros problemas. También es necesario tomar ciertas precauciones para controlar la retención de la humedad, como evitar la exposición excesiva al sol, sentarse con la ropa mojada o sobre cojines o toallas mojados.
Otros consejos para el cuidado de la piel durante el verano
Estas simples recomendaciones pueden ayudar a mantener la buena salud de la piel y a evitar el estreñimiento:
Mantenerse hidratado y evitar diuréticos como el café, el té y el alcohol.
Llevar una dieta equilibrada que incluya proteínas.
Incluir grasas saludables en la dieta.
Asegurarse de ingerir suficiente vitamina A, C, E y K, así como zinc, hierro y cobre.
Ducharse o bañarse con agua tibia.
Usar ropa transpirable.
Visitar a un médico si se experimenta enrojecimiento o sudoración excesiva.