En una situación de crisis o dificultad como la que vivimos ahora por el coronavirus es normal sentir emociones distintas como confusión o preocupación, incluso estrés.
Por ello, es importante, tanto en este momento como en cualquier otra situación difícil, mantener la calma y calmar la mente. Afrontar las dificultades con paciencia y tranquilidad será crucial para poder conectar con tus propios recursos internos, necesarios para sacar el lado positivo a cualquier situación, aprender de ella y salir fortalecido.
Y para ello, la meditación es una opción muy recomendable.
¿Qué es la meditación?
La meditación es una práctica en la que el individuo entrena la mente o induce un modo de conciencia, ya sea para conseguir algún beneficio o para reconocer algo mentalmente. Es un entrenamiento para la mente y el corazón que lleva a una mayor libertad mental y emocional, asociado normalmente con importantes tradiciones espirituales, como el budismo.
¿Qué beneficios aporta?
Los beneficios de la meditación son numerosos, y el practicarla con regularidad puede llevar a conseguir grandes resultados.
Por un lado, reduce el estrés y la ansiedad, y mejora el bienestar mental. Meditar nos hace tener nuestra mente más calmada, permitiéndonos afrontar el día desde un estado de relajación.
Y no sólo mejora nuestra salud mental, sino también la física. Numerosos estudios reconocen los múltiples beneficios de la meditación diaria en nuestro cuerpo, reforzando el sistema inmunológico y calmando el dolor.
Otro beneficio es la mayor consciencia del momento presente. Al mantener un estado de plena consciencia y calma en cada situación de nuestra vida, podremos disfrutar más y mejor de cada momento.
Además, incrementa nuestra creatividad y agilidad mental, y nuestra positividad. Potencia el pensamiento creativo y aumenta nuestras capacidades intelectuales, e induce a mantener una actitud más positiva, ayudándonos a aceptar y afrontar nuestros retos diarios, incluso los más difíciles, como parte de un continuo proceso de crecimiento personal.
Práctica
Podemos meditar de forma ocasional, que siempre será más útil que no hacerlo, pero la clave es la práctica diaria. Suele recomendarse de 40 minutos a 1 hora, aunque el tiempo depende de cada persona,
Podemos empezar con 10 minutos. Es importante hacerlo poco a poco y progresivamente, de manera consciente y no mecánica. No se trata de poner la mente en blanco, la meditación es un estado que hay que alcanzar. Es como intentar alcanzar el sueño, a veces puedes alcanzarlo y a veces no. Por ello, hay dos técnicas principales que pueden ayudarnos.
Por un lado, el mindfulness, concentrarse en el aquí y ahora, que inspirado en la tradición budista, trata de lograr la atención plena y consciente en el presente, sin condicionamiento, para intentar calmar la mente.
Por otro lado, concentrarse en la respiración, aceptar las cosas como son. Si la mente empieza a divagar, volver al aquí y ahora. Parece una tarea sencilla, sin embargo, no es tan fácil de realizar. Son pensamientos tan frecuentes que a veces ni nos damos cuenta de ellos, y desecharlos es un gran logro.
Si te gustaría librarte del estrés y mantener tu mente en calma, la meditación es tu ejercicio. Una práctica que, sin tener que realizar grandes cambios en tu rutina, te ayudará a afrontar cualquier situación de una forma más positiva.